La clave baja es un estilo de iluminación para lograr fotografías en las que predominan los tonos oscuros, una importante cantidad de sombras y escasez de tonos claros. Este estilo de fotografía tiene una estética muy particular y puede influir mucho en las emociones que genera en los espectadores. Se obtienen imágenes dramáticas e intensas.s ideal para fotografía de retratos emotivos y desnudos. Destaca texturas y volúmenes, por lo que se utiliza también para resaltar el cuerpo de personas deportistas, bailarinas, embarazadas, etc. Para obtener un retrato en Clave Baja necesitamos tener un ambiente oscuro, sin ninguna entrada de luz. En lo posible tener un fondo negro o paredes oscuras, de manera que la luz no rebote sobre ellas. De lo contrario, podríamos colgar telas oscuras o rebotadores negros. Iluminaremos nuestra persona con una sola luz lateral. El cono de luz no debe ser muy abierto, por lo que sería recomendable utilizar algún modificador que concentre o dirija la luz. Si queremos que la luz sea suave, podríamos utilizar un softbox que no fuera muy grande, pero si queremos una luz más dura y dramática sería recomendable utilizar un cono o snoot, o una fuente de luz pequeña.Para lograr una clave baja hay configuraciones de tu cámara que serán muy importantes. Lo primero será elegir un modo de medición Puntual, ya que solo nos interesa una correcta exposición en la zona que estará iluminada.Del mismo modo, elegiremos un enfoque puntual que colocaremos sobre el ojo iluminado. Debes disparar en Raw para poder realizar un correcto revelado digital que acentúe el efecto sin perder calidad. Sería recomendable también seleccionar una longitud focal igual o superior a 50mm. También es posible realizarla con un programa de edición fotográfico.
Recuerda que con una mayor distancia focal abarcarás menos ángulo y tendrás menos profundidad de campo, dos factores que favorecerán este tipo de fotografía. Es aconsejable seleccionar un valor ISO bajo, ya que el ruido se hace más notorio en los tonos oscuros. La apertura de diafragma y la velocidad del obturador dependerán del tipo de iluminación. Si estás trabajando con una luz continua necesitaras tener el diafragma lo más abierto posible, y la velocidad en el mínimo que tu pulso te permita para no trepidar; de lo contrario necesitaras un trípode. Si trabajás con un flash, al tener mayor potencia te permitirá aumentar la velocidad, pero recuerda no pasar de la velocidad máxima de sincronización de tu cámara.